No es nuestra culpa si nacimos en tiempos violentos
si en nuestro hogar
había pocas oportunidades
si papá abandonó a mamá
o si mamá murió de tristeza
no fue nuestra culpa si nacimos diferentes
más prietos, cojos
de otras preferencias sexuales
con enfermedades hereditarias
pero sí será nuestra culpa
no permitirnos soñar
inventar una bella mentira
que nos salve
no tener una dosis de esperanza
permanecer en la ignorancia
no atrevernos a abrir un libro
programarnos para fracasar
dejar que la duda nos devore
y permitir que el temor
nos seduzca a la cama
y también será nuestra culpa
no irnos al menos una vez
no intentarlo en otro lado
en otra ciudad
en otros atardeceres
con otras gentes
será nuestra culpa detenernos
y no dejar que la corazonada
triunfe sobre la realidad.
Instructivo para irse, Quetzal Noah