Sin becas, sin premios, sin lamer huevos, sin andar lloriqueando porque no encuentra apoyos para ser publicado, así se refiere Quetzal Noah a sus libros al verlos acomodados en su librero mientras coge uno y subraya alguna cita para compartirla en sus redes sociales.
Durante un tiempo Quetzal Noah pasó desapercibido dentro de los círculos literarios. Hoy es un tema de debate. Que si lo que hace es literatura, que si es poesía, poesía simplona, poesía del enter, que tiene conectes en el gobierno, que tiene dinero. Giran un montón de mitos en torno a un escritor que un día tomó su mochila y se fue de casa y al conocer México su lenguaje y visión del mundo cambiaron para siempre.
Muchos aspirantes a escritores que buscan una beca pedorra del gobierno chillan ante su notable éxito. Y es que el escritor regiomontano por su propia cuenta ha escrito más de veinte libros y publicado doce. Abordando cuento, novela y poesía, la obra de Quetzal Noah es bastante amplia siendo también el pionero de todo un movimiento de autores mexicanos que se dieron a conocer en internet. Algunos lo juzgan por dos o tres frases mamadoras que no tienen nada de profundidad pero que se vuelven dichos populares entre la gente. La gran mayoría no conoce lo que hay detrás de su propio cosmos literario. Podría decirse que es un antipoeta, se ríe de la gente que busca las becas, de los egresados de letras sin talento ni dedicación que se conforman con hacer páginas de memes y de la gente que lee mucho y no sale a vivir; así también de los que no leen y creen que pueden ser buenos escritores.
Inspirado por Borges, Jack Kerouac, Walt Withman y Bukowski. Quetzal Noah toma lo mejor de sus inspiraciones. Borges escribía buena literatura, pero era un tipo un tanto aburrido que se perdió muchas cosas salvajes por vivir. Jack Keoruack un viajero alocado que no le interesaba nada y era un verdadero sabio que renunciaba al mundo para rendirle culto a Baco. Walt Withman un hombre de profunda belleza en sus palabras al que pocos citan porque no salen de Benedetti y Sabines. Y Bukowski de quien aprendió que para que suceda algo interesante la mejor manera de tentar al destino es abriendo una cerveza en un bar solitario. Quetzal Noah escribe, viaja, se emborracha y sigue escribiendo. Fantasea con el infinito y sus poemas le llegan a miles de lectores que pensaban que la poesía estaba muerta gracias a los aburridos escritores de los gremios literarios que se la pasan discutiendo por becas en lugar de vivir sus propias vidas.
Quetzal Noah logra lo que pretende: volverse un escritor de culto alejado del gremio literario y que a pesar de ello hace tanto ruido que es imposible no voltear a verlo. Quetzal Noah es en sí mismo todo un fenómeno de la literatura contemporánea al que muchos aspirantes a escritor le van a lloriquear su éxito en lugar de intentar a hacer las cosas diferentes a la hora de escribir.
La literatura ni la poesía deben ser complejas para comunicar algo, si el lenguaje es confuso pierde todo su sentido: conectar con la gente y comunicar. Pareciera que lo que escribe Quetzal Noah cualquiera lo haría pero tan sólo hay que estudiar sus poemas como: Necesito que te vayas, Cholo Enamorado, Para que te vayas quedando conmigo, Tobogán, La forma que nos forma, Pastel de Chocolate, Ciudad Adolorida por las Balas, Invítala a salir entre otros.
Un profesor de literatura
Muchas gracias por la información !!!! desde Argentina, saludos a los hermanos latinoamericanos!!!