Aprende a confiar en ti. No es lo más sencillo, pero es lo más indispensable. Te lo agradecerás. Te darás cuenta que el mundo está lleno de idiotas que están seguros de que son genios y de genios ignorados que nunca aprendieron a confiar en sus capacidades. Crecemos comparándonos, viendo lo que los otros hacen, subestimando nuestros pasos y tratando de encajar en lugares que no logran enseñarnos a desarrollar todo nuestro potencial. Por eso a veces es bueno estar solo, para alejarse, para descubrir lo que habita en uno, para escuchar esa voz que dice: sigue adelante, confía en ti. No guardes las ganas de hacer algo nuevo que el día de mañana probablemente no tengas la misma energía, te volverás más inseguro. Aprendemos a confíar en la medida en que perdemos el miedo a probar cosas nuevas, a crear sin reprocharnos, a compartir sin compararnos. Ignora cualquier cosa que te aleje de aprovechar tus verdaderos dones, tu naturaleza creativa y tu experiencia.
Quetzal Noah