Me deshice de mi vieja laptop. La compré en el 2015, fue la primera inversión que hice con las ganancias de mis primeros libros. Recuerdo que estaba muy dubitativo a la hora de comprarla, pero mi papá me dijo: “no seas pen… es tu herramienta de trabajo, si ya tu trabajo te dio para hacerte de algo mejor entonces no lo desaproveches”. Tenía razón, creo que un escritor debe invertir en tres cosas: cursos, libros y una buena computadora. Lo demás como la ropa, el teléfono, relojes y otras cosas, es pura apariencia, es para vender una imagen nomas. Si tienes lo necesario puedes hacer cosas muy interesantes.
No le había deshecho de ella porque sentía una profunda nostalgia, casi como si fuera una amiga. Es decir, a ella le confesé todos los sentimientos que me hicieron escribir Mezcalero y las historias que me llevaron a “El hombre del telescopio”. Escribí más de dieciocho libros ahí y alrededor de mil quinientos textos.
La publiqué en Marketplace sin éxito alguno. Fui a una casa de empeño y me daban solamente mil pesos. Realmente no le quería sacar mucho, pero me quedaba pensando que mil pesos eran tan poco para lo que me había dado esa lap. También pensé en rifarla entre mis lectores pero me parecía una muestra exagerada de vanidad.
Es extraño cómo los seres humanos le damos otro significado a las cosas materiales y no porque valgan mucho sino porque son parte de alguna época de nuestra vida. Estoy seguro que alguno de ustedes tiene un familiar con un coche viejo que ya es una lata de sardinas pero que no vende por el valor sentimental o una casa que se cae a pedazos en donde quedaron los recuerdos de la infancia.
Al final la dejé ir, solo iba a ocupar más espacio. Alguien llegará a la casa de empeño y la comprará para sus tareas o llevar su contabilidad o ver películas, porque ya esa era toda la funcionalidad que tenía esa máquina. Pero también una parte de mí quiere creer que cierta esencia mía se quedó en ella y que alguien que no ha escrito antes un poema o un relato a va a tener una extraña curiosidad por hacerlo y esa máquina se volverá su confidente y quizás no sé, en ella se escriba el próximo bestseller del verano o una obra controvertida que muchos quieran leer por morbo o curiosidad.
Y por si te quieres dar una idea de lo que se hizo en esa compu fueron:
Para que te sientas bonita
De las estrellas a Sofía
Teoría de la Fragilidad
Las viejas cartas para Ana
El color de los tallos
La composición sentimental del universo
Ahora que no está Sofía
Relatos de un viajero en Sudamérica
Mezcalero
Romántico Viajero
Las aventuras de Califo
Guadalajara mi amor
El libro tinto
Encuentros mochileros del tercer tipo
El hombre del telescopio
Divagaciones
Principio de resistencia
Mágico y ebrio
¿Cómo volverse mochilero?
Manual para levantarse
Otras maneras de viajar
Instructivo para irse
Cuadernos viejos
Esperemos que con el nuevo equipo se hagan buenas historias también.
Quetzal Noah