Desde hace unos años se ha puesto en evidencia el fenómeno de la gentrificación en México y en otras partes de Latinoamérica, incluso en España que durante mucho tiempo ha sido uno de los países más baratos en Europa. Pero hoy me quiero centrar exclusivamente a escribir sobre lo que pasa en México.
Para empezar ¿Qué es la gentrificación? Es el desplazamiento de la población de un lugar por otra con mayor poder adquisitivo. Al llegar poblaciones con más dinero, a falta de regulaciones económicas los comercios y las viviendas aumentan su valor, encareciendo la vida de los que estaban ahí antes. Pero esto no es nuevo en nuestro país. Lugares como Los Cabos, San Miguel de Allende, Sayulita, Playa del Carmen y Tulum han sido quienes más han sufrido a causa de estas irregularidades. Solamente que, con la pandemia, el costo de vida en lugares de primer mundo fue insostenible por lo que comenzó el desplazamiento. Imagina una persona en Los Ángeles, Nueva York, Londres, París o Ámsterdam que paga tres mil dólares por una vivienda y llega a Oaxaca y se da cuenta que puede rentar una casa en el centro con menos de la tercera parte de sus ingresos.
Algunos dirán ¿Y qué tiene si están buscando una mejor calidad de vida como todos? Claro, pero ¿Dónde queda la de nosotros los mexicanos? ¿Cuándo tendremos una vivienda decente y accesible? ¿Cuándo dejarán de mandarnos a las periferias a habitar terrenos sin acceso a los servicios más básicos? Mejorar las condiciones de vida de unos empeora las de otros; o al menos eso pasa en México.
Yo tampoco son fanático de ponerme una bandera nacionalista y defender mi territorio como si estuviéramos en los tiempos de la conquista. Más bien creo que nuestros gobiernos han pecado de incompetentes y que como sociedad nos ha faltado organizarnos. El problema de estos nómadas digitales es que: su entrada no está regulada, no pagan impuestos y tampoco tienen disposición de aprender español. Creo que si te mudas a otro país debes hacer algo por tratar de aprender de la cultura del lugar y no esperar que ésta se adapte a ti. Así como hay programas de visados en otros países en los que se te permite trabajar y estudiar, pero también debes pagar impuestos y demostrar que estás aprendiendo el idioma. México tendría una mayor recaudación si se regularan las estancias en el país con programas que beneficien a todos.
En Oaxaca han comenzado las protestas. Recuerdo que de las primeras veces que fui a esa hermosa ciudad el mezcal en una cantina no pasaba de los treinta pesos. Hoy en día cien pesos por uno se considera algo barato. En Mazunte y Zipolite una cerveza no baja de los sesenta pesos. Hace unos años, el pintor Francisco Toledo organizó una protesta pacífica con para impedir que McDonald’s se instalara en la ciudad y ganó con una sociedad bien organizada.
Pero ¿Quiénes son los reales ganadores de la gentrificación? Pues claro, las mafias inmobiliarias que especulan dantescamente con los precios, haciendo que los que menos disfruten del suelo mexicano sean los mismos mexicanos.
Quetzal Noah