Reflexiones y consejos

Perdí una página con 500k seguidores, no mi talento

No se perdió una cuenta, se forjó una trayectoria. No se reprochan los errores si a la hora de balancear las causas se ha mejorado considerablemente desde el comienzo. No se perdieron lectores, se fueron los que ya no querían estar. Cuando comencé sólo era yo, con un equipo muy básico, sin conocimientos de edición, sin contacto en imprentas, sin miles de lectores con los que he bebido una cheve, sin ningún colega, sin contactos en el mundo editorial, de las marcas o patrocinadores. Y de pronto perdí una página de medio millón de lectores a los que les di poesía, novelas, cuentos y hasta cómics. Un grupo de lectores que me hizo madurar como escritor y entender el alcance de mi potencial. Hoy más que nunca estoy convencido de mi talento e inteligencia. Las claves de mi éxito son sencillas: disciplina, mejorar constantemente, leer un chingo, platicar con los lectores y mandar a chingar a su madre a los que no les gusta lo que hago. El talento sin ambición forja muchos “hubieras”.

Antes de mi página yo ya escribía, ya viajaba, ya contaba una historia. Yo no soy el fénix, soy el tao, soy la montaña que se queda inmóvil cuando llega la marea alta y soy la marea que de tanto insistir inunda la montaña. Y ahora conozco mejor que nunca mis fortalezas porque siempre he dudado de mis debilidades. Soy de los pioneros que vio cómo la poesía en redes sociales se volvió un movimiento sin becas ni ayudas del gobierno. Y eso le caló a todo un gremio cultural que no se rinde ante la idea de que el reconocimiento de ser escritor lo otorgan las instituciones y los premios y no los lectores.

En fin, cuando comencé era yo, un pendejo que quiso escribir un libro. Y ahora, perdí una página de medio millón de seguidores, pero… no es el fin, qué chingados me voy a awitar yo que pasé el hambre de mochilero, yo que probé suerte en Guadalajara y Ciudad de México con mi guitarra y un telescopio. Yo que me perdí comiendo peyote en el desierto de San Luis y me encontré enree hongos en la sierra de Oaxaca. Yo que fui desde San Cristóbal de las Casas hasta Patagonia argentina de puro mochilazo. Nadie puede arrebatarte tu experiencia. Nadie puede sabotearte ni subestimar tus convicciones, salvo tú mismo.  Si comprendes eso tendrás una reserva de fortaleza que saldrá a flote en momentos duros.

Así que, no me olvides, soy fortaleza, soy convicción y soy el río de Heráclito donde no te puedes bañar dos veces. Cuando comencé no imaginé que me volvería mi propio movimiento. Y como te digo, no conocía ni sabía nada, pero ahora… sé editar, sé crear libros inolvidables, conozco a la mayoría de mis colegas escritores con miles de fans de cerca, ves mis libros por todas las librerías de México, si me busca en google el buscador te sugerirá “poemas”. En todos los estados del país tengo grupos de lectores. Tengo treinta libros escritos y quince publicados. Soy regio, tapatío, chiapaneco y yucateco. Mis libros están en playstore, amazon y mercado libre. Artistas de la tele y músicos que tú admiras son también mis colegas y me comparten. Y te diré algo, y espero que nunca lo olvides: la conexión que tienes con la gente es lo más valioso en la carrera de un artista.

Saludos a mis colegas que me escribieron y mostraron su apoyo. Los estimo mucho.

                                                                       Quetzal Noah

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